La excursión rumbo al glaciar Nef comienza con un trayecto en bote de una hora y media desde el muelle de Puerto Bertrand.
Primero navegarás sobre las aguas azulísimas del lago Bertrand, y luego de atravesar una pequeña península sobre el lago Plomo, cambiarán exactamente al color de su nombre. En la entrada del valle Soler te estarán esperando los guías con tus mejores amigos durante esta etapa del recorrido: los caballos.
Aquí comienza una intensa y fascinante cabalgata de seis horas donde incluso deberás cruzar ríos que se originan desde Campo de Hielo Norte. Confía en tu guía pues es lejos el más experto en este tipo de desafíos. Aprovecha de perderte un poco y al ritmo del caballo, observando las imponentes cumbres de las montañas que te rodean y el diverso paisaje del valle Soler, donde con una vista aguda quizás puedas ver un cóndor e incluso al tímido huemul. Al fondo del valle que has recorrido se encuentra el campamento Palomar donde pasarás la noche, un clásico puesto gaucho hecho a base de “canogas”, una tradicional técnica de troncos rústicos sobrepuestos.
El segundo día de tu aventura comienza con unos buenos mates y un energizante desayuno, que necesitarás para caminar durante cerca de dos horas hasta el solitario e imponente glaciar Nef. El primer tramo, entre un silencioso bosque de lengas, es casi un ejercicio de meditación y descanso, antes de entrar a la zona de mallines donde empieza el ascenso de 200 m que te pondrá frente a un mundo mágico de hielo, agua y muchas tonalidades de azul.
Ahí ya habrás alcanzado el límite norte del glaciar Nef, desde donde caminarás por morrenas hasta llegar al hielo.
Respira profundo el aire puro de la montaña y prepárate para iniciar una breve, pero fuerte caminata sobre este gigante milenario de hielo. Ya estarás cansado, pero seguro que al entrar como protagonista a este entorno silencioso, puro y desconocido, recuperarás las fuerzas. Luego de un rico almuerzo en un lugar privilegiado, empieza el regreso al campamento Palomar, donde te premiarán con una merecida y abundante cena.
Tu tercer día comienza de nuevo con los mates de rigor y un tranquilo desayuno, mientras esperas el reencuentro con tu caballo. Una vez que ellos estén dispuestos, iniciarás la cabalgata que lleva de vuelta al lago Plomo, cruzando el valle Soler hasta llegar al campo de la familia Sierra, donde el bote estará esperando para llevarte de regreso a Puerto Bertrand.
Hay otra forma de llegar al glaciar Nef y asegura una experiencia igual de memorable, esta vez atravesando el valle que da el nombre al glaciar.
Antes debes llegar al fundo las Tres Marías de Aquilino Olivares, lo que ya es una aventura porque deberás cruzar el poderoso río Baker a remo en un bote de madera. Para terminar no podía faltar una cabalgata, que te llevará a observar la cara frontal del glaciar y un paisaje alucinante donde los hielos eternos van encaramándose sobre las montañas.